lunes, 18 de marzo de 2013

Leganes-Real Oviedo

El nuevo entrenador del Real Oviedo, José Carlos Granero, no pudo estrenarse con victoria en su primer 
partido en el banquillo azul.



ALINEACIONES:
C.D. Leganés: Falcón; De la Vega, Víctor Gómez, Corona, Dani Gómez; Batres, Valleros (Alex Bernal, minuto 56), Aicart, Carlos Martínez; Oscar Vega (Fer Rubio, minuto 74) y Dioni (Jhon, minuto 86)
Real Oviedo: Orlando Quintana (Dani Barrio, minuto 319; David Fernández, Baquero, Mantovani, Cantero; Xavi Moré, Aitor Sanz, Héctor Simón, Casares (Iker Alegre, minuto 72); Manu Busto (Diego Cervero, minuto 62) y Pepe Díaz

ÁRBITRO:
Villena Contreras, perteneciente al comité castellano-manchego. Amonestó a los locales Falcón, De la Vega, Aicart, Batres, Corona, Fer Ruiz y Alex Bernal, y a los visitantes Javi Cantero, Aitor Sanz y Casares.

EL GOL:
1-0, minuto 78: Carlos Martínez, en el área pequeña

INCIDENCIAS:
Encuentro correspondiente a la vigésimo novena jornada del campeonato de Segunda B disputado en el estadio municipal de Butarque ante cerca de 4.000 espectadores. Presencia de seguidores azules en las gradas. Mañana fría. Césped irregular. El Real Oviedo vistió con su equipación negra por coincidencia de colores con el conjunto local. El consejero Pedro Zuazua y el secretario Antonio Mijares siguieron el partido desde el Palco Presidencial



Butarque sirvió de perfecto resumen del mal que afecta al Oviedo en las últimas semanas: la falta de convicción. Veáse como una cuestión de cabeza (exceso de motivación, quizás) o meramente física (el equipo ataca sin chispa), el caso es que la última media hora ante el Leganés mostró a un Oviedo aturdido, apagado. Lo que para el Oviedo era una obligación pesada como una losa para el Leganés tenía forma de regalo. El gol de Carlos Martínez resultó coherente con lo vivido en Butarque.
En el examen general de la temporada da la impresión de que al Oviedo le está faltando algo de espíritu aventurero. Dentro del desatino general de los últimos años, en el club azul siempre se han podido ver momentos de arrebatos futbolísticos, de buscar metas que parecían inalcanzables. Casi todas las experiencias acabaron con batacazo -así es este club-, pero la convicción de que al final el equipo podía lograr cualquier cosa se ha mantenido en propuestas tan antagónicas como las de Pichi Lucas y Pacheta, por poner dos ejemplos recientes.
Con el nuevo panorama social (marcha de Control Sport, ampliación de capital, llegada de Slim) es como si lo más difícil ya se hubiera logrado. Demasiados ojos en el césped, un peso difícil de digerir que elimina cualquier signo de alegría en el juego. Precisamente alegría es lo que le sobra al Leganés, un cazarrecompensas, un club que vive en el optimismo continuo.
Poco pudo hacer para cambiar el aspecto del equipo José Carlos Granero, el nuevo técnico. Quien busque en la mano del entrenador causas de la derrota correrá el riesgo de enjuiciar temerariamente. Su propuesta sí presentó algunos matices en el juego (algo más de posesión de balón -la mayor parte del tiempo en lugares intrascendentes- y una defensa más adelantada de lo normal) y en los nombres. Echando un vistazo a su primera alineación parece que su apuesta era algo así como un reclamo a la veteranía.
Uno de los nuevos, Orlando Quintana, se presentó para la afición azul. Sólo pudo hacerlo durante 30 minutos, hasta que un manotazo de Dioni lo dejó grogui. Cosas que sólo suceden en el Oviedo. Antes había tenido tiempo de salvar el primer gol del Lega con una parada de balonmano.

El Leganés sacó petróleo de una jugada embarullada
Dani Barrio saltó al campo en una compleja tesitura. Ha sido el portero titular de la temporada hasta la llegada de Granero y ahora le tocaba actuar como apagafuegos. El cambio en la portería fue asumido por el equipo con naturalidad.
El Oviedo se comportó durante toda la primera parte como si estuviera jugando una eliminatoria. Un empate en Butarque parecía una buena manera de ir creciendo en la autoestima. Las dos únicas aproximaciones llegaron en jugadas aisladas. En la primera, Moré hizo un autopase y puso un centro templado a la cabeza de Casares, que remató alto. Después, el propio Casares se internó por la izquierda, recortó y disparó raso para que Falcón desviara con el pie.
Los dos chispazos de los extremos fueron prácticamente su única aportación en la mañana de ayer. El Oviedo siempre se ha apoyado en las bandas cuando ha encontrado pocos argumentos a los que agarrarse. El día que los extremos no están finos, como ayer, las posibilidades de éxito menguan considerablemente.
Con todo, los de Granero alcanzaron el vestuario con la sensación de estar metidos en el partido. El Lega había dado más muestras de peligro, la mayoría a balón parado, pero daba la impresión de que el encuentro se desnivelaría en una jugada puntual. Eso, o que los dos equipos podían disputar decenas de encuentros seguidos empatando eternamente.
La segunda parte no fue muy diferente. El Oviedo se hizo aún más con el dominio del balón, algo engañoso, para ser sinceros. Busto tuvo su opción en una falta en una posición ideal, pero le faltó golpear con algo más de cariño. Dioni, el goleador del grupo, puso la réplica cinco minutos después. Barrio salvó con una mano firme su intento.
Decidió entonces Granero mover el banquillo, aunque con el «handicap» de que ya había gastado un cambio, el del lesionado Orlando. Cervero sustituyó a Busto justo cuando el equipo empezaba a desdibujarse sobre el césped. El Leganés, que pareció en todo momento encantado con la posibilidad de empatar, reconoció el terreno como el ideal para la conquista. Carlos Martínez fue el encargado de regalar a Granero su primera desilusión. El centro desde la banda no parecía revestir mayor peligro, como tampoco la situación del jugador pepinero en el área. Pero la confusión acabó con el balón dentro de la portería de Barrio. Un tanto muy de acuerdo con el partido.
El Oviedo esperó a los cinco minutos de la prolongación para intentar la heroicidad. Y no lo logró de milagro. Mantovani de improvisado delantero (Granero confesaría después que no era una orden del banquillo) pudo igualar en dos cabezazos. El primero se fue arriba y el segundo fue desviado por Falcón con acierto.
El árbitro señaló el final y Leganés siguió celebrando. Para el Oviedo significa una nueva desilusión en una temporada en la que las alegrías se alejan de la esfera deportiva. A Granero le quedan nueve partidos para que el Oviedo vuelva a recuperar la sonrisa. Lo necesita si quiere aspirar a metas mayores.


Carlos Granero: “A pesar del resultado de hoy sigo creyendo que somos favoritos a la primera plaza” 


-¿Con qué se queda de su estreno en el banquillo oviedista?
-Hubo muchas cosas positivas, pero la sensación que me queda es mala por la derrota. No puedo estar satisfecho, aunque extraiga algunas cosas positivas, pero para mí es una decepción.

-¿Se parece la versión de esta mañana con lo que usted espera del equipo?
-No, para nada, aunque creo que estuvimos en el partido durante mucho tiempo y sabíamos que había que meterle intensidad, con un ritmo de juego alto entre dos conjuntos van a estar arriba y sabíamos que iba a ser muy igualado, propio de la Segunda B. Quiero insistir en la idea de sacar el balón jugado, tener las líneas juntas e intentar aprovechar las segundas jugadas de Diego y Pepe, y desbordar más por bandas para tener una mejor llegada, pero es difícil. He visto algunas cosas que me han gustado pero el equipo me ha gustado menos a raíz del cambio de Cervero. Es cierto que el cambio de Orlando nos condicionó mucho, pero no quiero excusarme en ello. Hemos hablado en el descanso de que era un clásico partido de promoción en el que cualquier error te condena y en el gol nos hemos equivocado.

-¿Qué variantes se podrán observar el próximo sábado ante el Leganés?
-Solucionaría bastantes cosas, pero me quiero quedar con que lo hemos intentado hasta el último minuto y hemos estado en el partido en todo momento. Me guardo muchas cosas positivas, aunque es cierto que el resultado condiciona cualquier análisis. Hay aspectos muy buenos que tenemos que aprovechar. Estoy seguro que con la respuesta del equipo, una semana más de trabajo y el apoyo de nuestra gente, como hoy ha hecho la afición del Leganés, seguro que conseguiremos la victoria y nos levantaremos de este momento duro.

-¿Cree que al equipo le puede faltar algo en el apartado físico?
-Un equipo que quiere ascender tiene que mantener la intensidad durante los 90 minutos. La predisposición y voluntad del equipo ha sido buena, pero sea por lo que sea no me han gustado los últimos veinte minutos porque no hemos tenido el control.

-Sorprendió la presencia de Mantovani como delantero centro en los minutos finales
-No me ha gustado Mantovani de delantero; no ha sido una orden. Su presencia se produjo porque venía de una acción a balón parado porque arriba ya teníamos a Diego y Pepe. Su presencia fue algo puntual. Su remate final, quizá uno de los más importantes para nosotros, llegó en los minutos finales.

-Se le vio dialogar con los dos pivotes, ¿a qué fue debido?
-En algunos momentos del partido exigíamos a alguno de los pivotes a meterse atrás para crear juego. Queríamos que Manu ayudase a Héctor y Aitor. Estoy contento con el trabajo de Manu, un futbolista que con el balón nos ofrece cosas interesantes. Llevaba tiempo sin jugar y ha cumplido perfectamente.

-¿Sigue viendo al Real Oviedo como uno de los candidatos a la primera posición?
-Sí, no tengo ninguna duda. El Tenerife tiene que venir al Carlos Tartiere. Sigo creyendo que el Real Oviedo es favorito para el primer puesto,  ¿por qué no?. Ya he estado en este tipo de situaciones y mis equipos ganaron los últimos partidos de Liga…

-¿Contaba con este resultado?
-No, no contaba con esta derrota, sino que estaba convencido de que podíamos ganar. Desconocía la respuesta del equipo hasta el final y hoy me ha transmitido unas cosas al principio y otras al final. En el último arreón del partido tenemos que ser más contundentes. Sabíamos que era el partido, el qué teníamos que hacer y el cómo. Era el partido que nos podía impulsar y hemos venido con toda la ilusión, aunque éramos conscientes de que el Leganés es un gran equipo.

-Para acabar, le espera un duro trabajo durante la próxima semana
-Tengo que trabajar todos los aspectos durante todas las sesiones. El equipo está fastidiado, pero es consciente de que ha estado bien durante muchas fases del partido

FOTOGRAFIAS: NACHO FELGUEROSO   @NFELGUE





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