martes, 22 de enero de 2013

Los Que Nunca Fallan




El pasado Sábado se suspendieron todos los partidos programados en las instalaciones del requexón por la intensa lluvia y el desbordamiento del río Nalón,eso conllevo también que el primer equipo Azul tuviese que ejercitarse en el Hermanos Llana (Campo del Astur) al lunes siguiente.Al mismo tiempo miembros de la peña SYMMACHIARII se ponían manos a la obra y se desplazaban a las instalaciones azules para reparar,limpiar y todo lo que hiciera falta para tener preparados todos los campos en la tarde y así los cientos de críos que  entrenan allí pudiesen hacerlo con toda normalidad.
Siempre que ocurre algo negativo en el mundo del fútbol rápidamente los llaman RADICALES, Pero en la mayoría de la ves por no decir siempre yo preferiría llamarlos FANATICOS de sus colores,de su club y de todo lo que lo representa puesto que no hay que olvidar los malos momentos de este club siempre cogieron las riendas sin pedir nada a cambio tanto en el 2003 como en las nevadas sobre el estadio CARLOS TARTIERE, las pasadas reformas en el Requexón, adecentamiento de la fachada en las oficinas del club, murales gigantes recordando a las leyendas azules de todos los tiempos y un largo ETC... siempre en pro del REAL OVIEDO, ellos y solamente ellos son los que animan los 90 minutos de los partidos,los creadores de maravillosos MOSAICOS que engalanan el fondo NORTEy los únicos a los que no les parece un partido mas cuando su club juega contra el filial del eterno rival............SIMPLEMENTE Y UNICAMENTE SYMMACHIARII.

TEXTO: Jonás Sánchez    @jonas_sanchez


 En toda revolución hay unos héroes. Personas generalmente anónimas que responden siempre al mismo patrón: es gente pasional y convencida, perseverante y entregada, con ese punto de locura necesario para quien organiza su vida en función del fútbol. Gente cuya existencia sólo tiene un color, que cree en lo que hace sin mayor ánimo de lucro que el de servir a la causa y así satisfacer a su sentimiento. Arriman el hombro en la adversidad y, generalmente, se apartan del foco en el éxito. Porque importa el todo, no la parte. Importa el Oviedo, no ellos.
A diferencia de la mayoría, no se suben al carro sino que lo arrancan. Y lo protegen. Porque siempre han estado y siempre están. Y estarán. Y estarán en las duras y en las maduras, en la salud y en la enfermedad. Les mueve una fe ciega, deliciosamente ilógica, seguramente irresponsable a veces, siempre fiel. Un sentimiento fabulosamente intenso, a menudo difícil de explicar, siempre imposible de entender.
El forofismo, en general, se suele observar únicamente desde el lado despectivo. Y por eso tiene malas connotaciones. A los hinchas extremo, a los ultras, a los aficionados radicales, siempre se les suma en el debe, nunca en el haber. Tienen mala fama y peor prensa, a veces con mucha razón, otras sin ella. Parece que sólo saben meterse en líos y pelearse. Y no siempre es así. Al menos, en el caso del Real Oviedo.
El último ejemplo sucedió el lunes. El Requexón, las instalaciones de entrenamiento del Real Oviedo, sufrió incómodos desperfectos a raíz de una tromba de agua que dejó todo inundado, lleno de barro y absolutamente impracticable. Los partidos de las categorías inferiores se tuvieron que suspender y el caos llegó al punto de que el primer equipo tuvo la obligación de buscar un sitio donde poder entrenarse. Un problema más, una demostración más.
Porque hace falta implicación como para invertir parte de tu tiempo de un lunes en desplazarse al Requexón para, desinteresadamente, echar una mano y conseguir adecentarlo todo de nuevo. Y no es la primera vez. Ni será la última. Este grado de implicación sólo lo tienen los ultras, esas malas personas con iniciativas tan dañinas como esta.
En el tajo, el lunes, estuvo todo gente de Symmachiarii, los del fondo, los que nunca fallan.
TEXTO: Miguel Lopez Serrano (La gaceta y Punto Pelota)    @Mlserrano

FOTOGRAFIAS: Hugo Alvarez   @hugoyo92 y Jaime Campillo   @JaimeCampilloTu

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