viernes, 28 de enero de 2011

A ti, aficionado


Qué difícil es explicar la situación de un equipo en ruinas. Pero créanme, qué difícil es explicar el comportamiento de una afición de un equipo en ruinas. Tú, aficionado del Rácing, Murcia o Alavés, atento, toma nota, porque quizá el día de mañana tengas que obrar igual.
El significado de ‘masa social’ tiene infinitas lecturas. Unos lo atribuyen a los millones de aficionados que Barça o Madrid tienen alrededor del planeta, otros a sus abonados. Quizá a una manifestación cualquiera o a una reunión determinada. Pero no, querido aficionado, no van por ahí los tiros. Calla y atiende.
Masa social son las casi trece mil personas, fieles en el sentido puro de la palabra, dispuestos a morir por su pasión, que con su equipo viendo la muerte desde el más profundo de los comas, eliminaron a médicos negligentes, encabezados por un alcalde como jefe de servicio, de una bofetada y se pusieron, con sus manos, a salvarle la vida. No es ni un zombie, ni un muerto, ni ninguna de las barbaridades que se escuchan con asiduidad. Es un enfermo, grave, muy grave, que con años y años de rehabilitación las secuelas brillarán por su ausencia.


A ti, aficionado del Barcelona, Espanyol o Sevilla. Atiende. Ojalá no lo vivas en tus carnes nunca. Ojalá sigas disfrutando con tu Copa del Rey, con tu Champions o con Cristiano Ronaldo. Pero debes de saber que, afición son las veintiseis mil personas (te lo pongo en número para que te quede claro: 26.000) que llenaron un estadio para ver un partido de tercera división. ¿Escuchaste bien? ¿Te lo repito? Vale, no me cuesta nada: Veintiseis mil personas en tercera división.
A ti, forofo del Betis, Depor o Recreativo. Qué bonito es ver ganar a tu club en el Bernabéu ¿eh?. Seguramente no hayas ido nunca, o en contadas ocasiones, a ver a tu equipo más allá del Camp Nou. Coge un lápiz, aficionado, y apunta esto. Afición es acudir, domingo tras domingo a campos de tu propia comunidad, embarrados, lloviendo, nevando, granizando,pasando frío y aguantando y soportando insultos y vejaciones con un sólo deseo, que no es otro que ver a tu equipo fuera de allí cuanto antes, con la victoria debajo del brazo.


Esto también va por vosotros, aficionados del Atlético, Almería o Villarreal. Qué alegría que disfrutéis de tener muchos, muchísimos socios en primera. De verdad, resulta muy gratificante que salgáis cabreados por quedar a mitad de clasificación o por no entrar en puestos europeos. Es buen síntoma. Pero atento. Afición supone tener más de 15 000 socios en la mísera tercera división, supone fracasar al subir y volver a tener otros 15 000. Significa ascender a Segunda B y tener otros 15 000. Y bajar, y subir, y volver a bajar. ¿Qué mas da? Siempre van a estar ahí.
Rosell, Florentino, millones y más millones. Pagan cláusulas, fichas estratosféricas. Les apoyan alcaldes, presidentes de su comunidad. Pero, ¿sabes qué? Se puede sobrevivir sin ello. Se puede salir adelante con dirigentes inútiles, con alcaldes asesinos y con presidentes sin escrúpulos. No pasa nada. Tú solo te bastas. Puedes con todo.
¿Has apuntado bien? Si algún día te ocurre algo así, pasa de este pequeño manual. Mejor vete a una ciudad del norte de España, capital del Principado de Asturias. Se llama Oviedo. Sube al barrio de La Ería, un domingo por ejemplo. Compra una entrada (y así contribuyes) y entra en un estadio llamado Carlos Tartiere. Comprueba, con tus ojos, que todo lo que te cuento, todo lo que te digo, es cierto como la vida misma. Saldrás convencido de que, si a tu equipo le pasa algo así y sigues los pasos que te conté anteriormente, sobrevivirás y contarás orgulloso, a tus nietos, que el equipo que están viendo en ese momento por la televisión lo salvaste tú, aficionado. Y comprobarás que tu obra es afición. El resto no importa.

TEXTO:ALVARO LOPEZ SERRANO
FOTOS:JONÁS SÁNCHEZ

1 comentario:

  1. ¡HALA OVIEDO!! Tengo 11 años y cada día que pasa de mi vida soy un poquito más oviedista. Aporté mi granito de arena comprando acciones del Oviedín en diciembre y enero, sus meses más críticos. También tengo un blog sobre esa sensación que tú y yo compartimos desde la hora de levanterse hasta cuando nos vamos a la cama; el OVIEDISMO. Te pongo la dirección, visítalo si quieres:
    diegogururealoviedo.blogspot.com

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