lunes, 13 de mayo de 2013

Marino De Luanco-Real Oviedo

EL REAL OVIEDO DESPIERTA EN LA SEGUNDA PARTE


ALINEACIONES:
Club Marino de Luanco: Diego; Omar, José Ángel, Saavedra, Guaya; Adrián Cruz, Espolita; Titi (Pablo Espina, minuto 55), Alex Arias, Moisés (Castaño, minuto 55); y Chus Hevia (Diego, minuto 75)

Real Oviedo: Orlando Quintana; David Fernández, Owona (Casares, minuto 57), Baquero, Álvaro; Xavi Moré (Héctor Simón, minuto 88), Aitor Sanz, Cerrajeria, Iker Alegre (Pepe Díaz, minuto 70); Señé y Diego Cervero

ÁRBITRO:
López Toca, perteneciente al comité Cántabro. Amonestó a los locales José Ángel y Espolita, y a los visitantes Álvaro, Orlando Quintana, Aitor Sanz, Señé, Baquero, Cervero y Owona. Expulsó por doble amonestación al local Adrián Cruz en el minuto 52.


GOLES:
1-0, minuto 37: Espolita, desde lejos
1-1, minuto 49: Álvaro, de cabeza, tras acción de estrategia
1-2, minuto 70: Moré, con la derecha, a la salida de un saque de esquina

INCIDENCIAS:
Encuentro correspondiente a la trigésimo séptima jornada de Liga disputado en el campo de Miramar ante cerca de 2.000 espectadores, de los cuales más de la mitad eran aficionados azules. Césped en buen estado. Tarde soleada. El Real Oviedo lució su equipación verde por coincidencia de colores con el Club Marino.

























El ritmo, la falta de alicientes deportivos e incluso el sol reluciente invitaban a pensar en un partido de pretemporada. De ésos que se disputan en pleno agosto cuando las sensaciones son más importantes que el mero resultado. Para añadir más fuerza a esta tesis, las palabras de Granero, entrenador azul, avisando de que le importaba más el aspecto emocional que el matemático. Segundo, tercero o cuarto, lo importante es llegar bien alimentados a la fase decisiva. Según esta visión, el Oviedo dejó una parte para olvidar y otra para creer en un futuro mejor. Con todo, le sirvió para derrotar a un peleón Marino que nunca le perdió la cara al partido.
Como viene ocurriendo en las últimas semanas, el encuentro servirá para sacar algunas conclusiones de cara al «play-off». La más importante, que la estrategia empieza a dar sus frutos. Le ha costado sacar brillo a las jugadas de esta naturaleza a la factoría Granero. Tuvo que ser al noveno partido cuando se vieron los primeros resultados en estas lides, las dos en jugadas algo embarulladas en las que Álvaro y Moré se llevaron el premio del gol. Los dos relámpagos de acierto convierten a los azules en terceros, a un solo punto de asegurar la medalla de bronce a falta de una jornada para el final.
Al Oviedo le costó cogerle el punto al partido. Tampoco es que el tercer puesto merezca un esfuerzo desmedido. Como ocurre en los torneos de agosto, donde el premio mayor es un trasto de hojalata que acabará en un rincón de la sala de trofeos. El Marino, con los deberes hechos y la satisfacción de otro año asegurado entre la «jet set», se tomó el encuentro como una muestra de sus mejores virtudes: ordenados atrás, con transiciones veloces, casi todos los caminos de los de Quirós conducían a las botas de Chus Hevia, uno de los ex azules con razones para el lucimiento personal.
El Oviedo asistió como si la cosa no fuera con él. Las opciones ofensivas se traducían casi exclusivamente en balones a la cabeza de Cervero. En su lucha con Saavedra se asistió a escenas más cercanas a una película de gladiadores que a un partido de fútbol. Dentro de la monotonía, casi todas las cosas interesantes de la primera parte llevaron la firma de los hombres de Quirós.
Los dos goles del Oviedo llegaron en jugadas de estrategia
Hevia avisó a los 8 minutos estrellando su zurdazo en Quintana. El portero no tendría tanta suerte después. Un balón aéreo le sirvió para mostrar sus dotes con autoridad. El esférico volvió al cielo luanquín, y Orlando, quizás envalentonado por su primer despeje, decidió lanzarse a por el segundo. El balón salió tan lejos de la meta que el portero se desubicó. Sin brújula, Orlando sólo pudo observar cómo Espolita le batía desde fuera del área.

Al descanso, Granero debió de incidir en el aspecto emocional. Igual que hace una semana, el Oviedo estaba dando pocos motivos a su hinchada para creer. Como si de una cuestión de fe se tratara, los de Granero saltaron con otra actitud tras el paso por los vestuarios. Señé escenificó el cambio con un cabezazo a centró de Xavi Moré desde la derecha.

Entonces llegó el gol del empate. Señé puso un globo en el área en una falta cercana al centro del campo, David Fernández se elevó más que nadie para ceder el balón a la frontal, donde estaba Cerrajería. El vasco remató con fuerza, el portero repelió y Álvaro introdujo de cabeza a la red.

El gol fue suficiente para espolear al equipo. Más aún cuando se acompañó de otra acción positiva para los visitantes apenas cuatro minutos después. Adrián Cruz quiso defender su espacio personal de una forma demasiado agresiva y su brazo golpeó el rostro de Cerrajería. El resultado fue que vio la segunda amarilla y se fue a los vestuarios antes de tiempo. De allí regresaría al final del partido para preguntarle al colegiado por sus amistades en México, pero eso es otra historia.

Contra uno menos, Granero decidió dar un paso adelante. Entró Casares, incisivo atacante, por Owona, dubitativo defensa. El cambio pareció algo precipitado, teniendo en cuenta que el empate servía para escalar al tercer puesto (el Caudal perdía en Leganés). Granero mantuvo su tesis de no hacerle caso a la matemática.

Iker Alegre tuvo la victoria, pero la misma llevó minutos después la firma de Moré, uno de esos futbolistas que el Oviedo necesita en su mejor versión. Cervero cabeceó el córner y el extremo se encontró con un balón y una portería a escasos metros. Fue el mazazo a la resistencia del Marino, aunque Álex Arias mantuviera lo contrario en ataques de inspiración individuales.

Para el final, el Oviedo dejó el molesto asunto de las amarillas. Cervero, en un remate a lo Rafa Pascual, y Baquero, indeciso antes de un saque de puerta, vieron la quinta amarilla y se perderán el último partido de Liga. Una molestia de la que no tendrá que preocuparse Granero.




Granero: “La victoria ha llegado a base de esfuerzo, tesón y calidad” 
“Siempre le pido al equipo que no se rinda nunca ni que abandone el partido”, comenta el preparador azul

-¿Qué valoración hace del partido?
-Sabíamos que iba a ser un partido muy difícil ante un rival que lo iba a dejar todo, con lo que había que ponerse. Lo hemos preparado como si se tratase de uno de promoción de ascenso, es decir, intenso y fuerte. La primera mitad ha estado igualada, aunque un error nos ha costado el gol. Ya en la segunda parte, el equipo ha jugado muy bien, ha leído perfectamente el partido y ha ganado justamente.

-Las sensaciones son mejores que las del domingo pasado.
-Sí, es difícil seguir enchufado a la competición porque el futbolista que ha estado trabajando durante nueve meses que los dos partidos que restan de Liga sirven como prueba para la promoción de ascenso. El futbolista está pensando en esa fase de la temporada y resulta complicado seguir manteniéndolo en un nivel de tensión importante, pero hemos demostrado que no nos hemos ido del partido, sino que hemos tirado de futbol e inteligencia para conseguir la victoria.

-El equipo ha recuperado la tercera plaza del grupo
-No quiero ser ventajista, pero ya os he comentado que lo que cuenta es ser primero con la actual forma de play-off. La igualdad en el resto de grupos es la tónica predominante y no sabemos qué rival nos puede tocar, con lo que nuestra idea es seguir en la competición para ir mejorando cada día, coger sensaciones y ver futbolistas.  

-Cervero, Baquero y Álvaro han visto esta tarde la quinta cartulina amarilla, con lo que se perderán el último partido de Liga
-Ya, aunque les he dicho que no se puede jugar un partido de fútbol pensando en el tema de las tarjetas porque después del encuentro se tomarían y se buscarían las decisiones más correctas para el equipo y para el club de cara a la promoción. Es lo que hay, sigo siendo coherente con el discurso de las tarjetas. Vamos a ver como trabajamos el partido del domingo, pero nuestra idea es seguir trabajando y no tengo ninguna duda de que los futbolistas que jueguen lo van a dar todo en ese partido.

-Dejó claras sus intenciones con el cambio ofensivo de Casares por Owona con empate a uno en el marcador.
-No hemos venido pensando en la clasificación, sino que lo hemos hecho pensando en la competición. Ya os he comentado que se me van a quedar cortos los diez partidos porque necesito ver cosas. Hemos buscado las acciones por fuera para finalizar por dentro y creo que esa variante nos ha funcionado. Si hubiera pensando en el resultado, hubiese hecho otro cambio, pero es que al equipo le he visto a gusto y con confianza.

-La de hoy ha sido la primera remontada del equipo a domicilio en la temporada.
-Sí, el Marino ha demostrado que quería ganarnos y que no estaban desconectados, algo que nos ha complicado más el partido y que nos reafirma en que la victoria ha llegado a base de esfuerzo, tesón y calidad. Siempre le pido al equipo que nunca se rinda ni que abandone el partido. Es el segundo partido desde mi llegada que conseguimos remontar, algo que siempre es positivo.

-El equipo consigue goles a balón parado…
-Hoy ha sido a balón parado, pero creo que en otros partidos, como el último a domicilio en Getafe, no hubo goles en ese tipo de acciones. Considero que un equipo tiene que tener recursos, es decir que tiene que saber jugar al ataque, al contraataque, aprovechar las acciones ofensivas y defender las defensivas.

-Imagino que le gustaría conseguir una segunda victoria consecutiva
-Lo que me gustaría es acabar esto ya porque somos el Real Oviedo y tenemos que competir porque no nos podemos guardar nada ya que nadie te regala nada. Esto nos resta más que nos suma.

-Para acabar, ¿le preocupa un posible debate en la portería?
-No me preocupa porque son debates que no puedo controlar y de los que no me ocupo ni un minuto.



TEXTO: NACHO AZPARREN(LA NUEVA ESPAÑA)       @NachoAzparren
FOTOGRAFIAS: ZUREDA PRESS              http://www.zuredapress.com/

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