lunes, 26 de marzo de 2012

86 Aniversario Del Real Oviedo

Pacheta: “Es tremendo ver el ambiente de fútbol que se respira en el Carlos Tartiere” 

 El aparcamiento del Carlos Tartiere respiró oviedismo desde las 12 de la mañana con la celebración de la fiesta del 86 aniversario del club, que organizó el grupo Symmachiarii. A medida que se acercaba la hora del encuentro los aficionados fueron acudiendo a la cita que registró muy buen ambiente.
Uno de los momentos más importantes del acto fue el homenaje que se rindió a las categorías inferiores de la entidad, con presencia de los jugadores de la primera plantilla que no estaban convocados, Rubiato, Aitor Sanz, Xavi Moré y Óscar Martínez. Los componentes de los equipos inferiores subieron al escenario, donde el coordinador de las categorías inferiores, Fermín Álvarez, recibió una placa con el lema «ser oviedistas con orgullo, valor y garra». La placa se colocará en los próximos días en las instalaciones de El Requexón. Ese mismo lema es que se podía leer en el tiffo que Symmachiarii desplegó al inicio del encuentro.
Una exhibición de Julio García, campeón del mundo de Press banca y la actuación de la orquesta Versión Original fueron otros de los actos que sirvieron para recaudar fondos para colaborar con el Proyecto Redondela, puesto en marcha para facilitar la participación de los equipos inferiores en competiciones nacionales e internacionales.

 El tiempo acompañó desde las primeras horas del día. Con sol imponente y temperaturas por encima de los 25 grados, la fiesta de cumpleaños del Real Oviedo fue un rotundo éxito. La jornada empezó pronto para los organizadores. Algunos miembros del grupo Symmachiarii, encargado del evento, acudieron al municipal Carlos Tartiere a las 08.30 de la mañana. Tras las primeras operaciones organizativas, a las 12 del mediodía comenzó el reparto del bollo y la botella de vino, dando el banderazo de salida a la fiesta, que se prolongaría durante las horas previas. 

El paso de las categorías inferiores para recoger una placa conmemorativa fue el primer momento clave de la jornada. A las dos de las tarde, los chavales, con la excepción de los jugadores de los dos equipos juveniles que estaban disputando sus partidos de Liga a la misma hora, recibieron un trofeo con un lema grabado: «Ser oviedistas con orgullo valor y garra».

La exhibición de «press banca» de Julio García fue otro de los focos de interés. El asturiano fue capaz de batir su récord personal ante el ánimo de la afición azul. La orquesta «Versión Original» puso la nota musical desde primera hora de la tarde. En su repertorio no podía faltar el himno del Oviedo.

Symmachiarii editó un número especial de su magacín analizando la actualidad del Oviedo. Causó especial sensación una entrevista a Aulestia, ex capitán del club que se fue este verano al Cádiz, en la que el vasco expresa con claridad su opinión sobre diversos temas polémicos como su salida del club, la labor de Alberto González y José Manuel Martínez o su sentimiento hacia el Sporting, rival histórico de los azules.

La celebración no terminó al finalizar el encuentro. Hoy, 26 de marzo, día oficial en el que nació el Real Oviedo, la asociación «Espíritu 2003» llevará a cabo su habitual plantación de un árbol en el Bosque Oviedista, junto al parking del Tartiere a las 19.30 de esta tarde.

 El Museo del Real Oviedo vistió sus mejores galas para el homenaje que el club tributó a sus socios más fieles. Los seguidores que esta temporada cumplieron 50 años como abonados del Oviedo recibieron su insignia de oro en un escenario lleno de recuerdos, en consonancia con la celebración. Si algo evoca el Oviedo, es echar la vista al pasado para saborear sus mejores momentos. 

Ángel Martín Vaca, consejero y responsable de la actualidad azul mientras Alberto González resuelve sus problemas personales, fue el encargado de oficiar el acto. «Es un orgullo tener el privilegio de homenajear a nuestros socios más fieles. Ojalá podamos seguir celebrando este acto durante muchos años, y que la temporada que viene sea en Segunda», manifestó Ángel Martín Vaca como introducción al acto.

El club quiso que estuvieran presente en el acto todos los estamentos. Junto al citado Martín Vaca, representaron al Oviedo José Manuel Martínez, director deportivo de la entidad; Evilasio Sánchez, Vili, gerente, y los futbolistas Borja Rubiato y Aitor Sanz, que no pudieron disputar el partido ante el Albacete por lesión, el primero, y sanción, el segundo.

Los galardonados en esta ocasión fueron: Paulino Valle Fernández, José L. Álvarez Fernández, José A. Martínez Cienfuegos, María Luisa Díaz F. Corugedo, Juan Antonio Alonso Argüelles, Óscar Arias Martínez, José Ramón Alonso González, Rafael Álvarez Bayón, Julio José Calviño Touriño, José Luis Jove González, Nicanor Menéndez Fernández, Fernando Suárez Heres, Enrique Rubio Azcorra, Luis M. Álvarez Botamino, Miguel Barcina Eizaguirre, José M. Quirós Rodríguez, Joaquín Peña Alonso y Clodoaldo González Díaz.

María Luisa Díaz, la única mujer en el reconocimiento, era una de las más emocionadas tras recibir el galardón. «Estoy muy feliz, pero también un poco triste», reconoció al final del acto; «la situación actual del Oviedo me da tanta pena que me produce hasta rabia». María Luisa Díaz, socia del Oviedo desde los 11 años y que mantuvo su abono mientras residía en Málaga y León, no duda a la hora de elegir su jugador favorito en estos cincuenta años: «Me encantaba Iriarte, era muy finín, delicado».

A la abonada le cuesta algo más elegir su mejor momento como aficionada azul. «Me acuerdo sobre todo de los partidos que viví de niña. Me sentaba al lado de Aquilino Iglesias y Vélez -periodistas de LA NUEVA ESPAÑA- y disfrutábamos con el fútbol de entonces. El año que quedamos terceros fue muy emocionante, también algunos partidos sueltos como un 5-4 al Elche...», recuerda. Imágenes grabadas en su mente nada que ver con lo que percibe en el momento actual. «Ya en la etapa de Primera dejé de ir al campo porque me ponía muy nerviosa. Hay muchas cosas que no me gustan del fútbol actual, como que la gente insulte tanto», reflexiona.

Entre los reconocidos también había algún rostro conocido. Miguel Barcina, ex consejero del Oviedo, recibió la insignia de manos del ex presidente Juan Mesa. Además, Joaquín Peña, futbolista del Vetusta, acompañó a su padre, del mismo nombre, a la imposición de la insignia.
 El Real Oviedo celebra hoy, 26 de marzo, su cumpleaños, algo que cada día que pasa se ve con más incredulidad. La situación del club es crítica y el paso del tiempo parece ya una condena. Desde aquel año de 1926 en que se firmó el acta de fundación del club en la sede de LA VOZ DE ASTURIAS, jamás se había llegado tan bajo, aunque lo importante, la afición que tira del carro, volvió a dar muestra de que la condena, si la hay, es muy dulce.
Desde el mediodía, la explanada del aparcamiento exterior del estadio se convirtió en una gran fiesta, en una gran manifestación de oviedismo, a pesar de la que está cayendo. Symmachiarii organizó un festejo en el que no faltó de nada. Comida y bebida en la barra. Música en el escenario. Homenaje a las categorías inferiores, carro que deberá tirar del club si antes no acaban con él. Y Julio García, un fijo en las celebraciones de la afición azul, que ayer batió un nuevo récord mundial de press banca.
La cita fue ampliamente seguida, más numerosa a medida que se acercaba la hora del partido ante un invitado de lujo para la categoría, el Albacete, lejos del queso mecánico de Benito Floro, pero un equipo ilustre en Segunda B.
Mensajes para González “Me gustan los problemas, no encuentro otra solución”, cantaba Andrés Calamaro con Los Rodríguez en su Dulce condena y parece ser el eslogan del presidente del Oviedo. Alberto González, ayer muy lejos del Principado, aunque sin destino conocido, está en el ojo del huracán desde que llegó al club azul. Y no se aparta.
La fiesta no estaría completa sin las habituales pancartas contra él, ayer centradas en la condena que debe cumplir por dos delitos contra el fisco. “Nuestro presidente es un delincuente”, rezaba una. “Alberto González a la cárcel ya”, se leía en otra. La afición quiere que cumpla condena. Los cánticos tras el gol de Pelayo atronaron La Ería.
Más calmado fue el día en el interior del estadio. El Tartiere acogió por primera vez un colegio electoral, el más animado de la cita de ayer. La música de la fiesta amenizó el día a los componentes de las mesas. Al menos tuvieron una jornada divertida, lejos de la habitual seriedad de estos eventos.
También fue serio el que se celebró en el museo del Oviedo, donde los socios que cumplen 50 años seguidos de fidelidad a los colores recibieron el homenaje del club. Ángel Martín Vaca, vicepresidente, llevó la batuta de la ceremonia, con José Manuel Martínez, Evilasio Sánchez, Aitor Sanz y Borja Rubiato acompañándole. También allí, pero en la sombra, Juan Mesa, ex presidente y factotum del museo, poniendo su tiempo, su trabajo y, a veces, su dinero.
Ruge la grada Y tras las celebraciones, tocaba aplicarse en un partido fundamental para aspirar a la disputa de la fase de ascenso. Quizá el ánimo de la fiesta previa, tal vez el conocimiento de lo que estaba en juego, puede ser que las ganas de llegar a lo que realmente importa. Algo despertó ayer a la grada. No sólo al sector joven, habitualmente ruidoso, sino al resto, a todos. Desde el principio, la grada cantó, gritó, animó, hizo que los suyos se metiesen en el juego desde el pitido inicial. Cuando llegó el gol, el bramido fue espectacular. Pero cuando en la recta final se vio peligrar el resultado, en ese momento decisivo, la grada rugió. A pie de campo, se notó que el Albacete estaba condenado. Y esa sí que no era una dulce condena.

FOTOGRAFIAS: Jonás Sánchez
TEXTOS: La Nueva España, El Comercio, La Voz De Asturias

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