No pasó inadvertido en León entre la marea azul un aficionado con el número 4 a la espalda de su camiseta azul. Su mismo número sobre el parquet de Pumarín. Ian O’Leary es un seguidor más del club carbayón que se enganchó en el partido ante el Sporting B. Repitió convocatoria para la fiesta de aniversario en el Carlos Tartiere y el partido ante el Guijuelo. Y no quiso faltar a la invasión de la capital leonesa el domingo.
El americano es ya de sobra conocido por los aficionados y varios le pararon por las calles de León para fotografiarse con él. Sus 2,01 no pasan desapercibidos. Se desplazó a León para vivir “una gran experiencia. Ver tantos aficionados del Oviedo en León, todos de azul, todos cantando… una locura”. Aún no sale de su asombro del ambiente en la grada: “Fue increíble, todo el partido animando a pesar de ir perdiendo”.
Su relación con el soccer, como lo llaman los americanos, viene a través de su mujer, Jennifer, de ascendencia inglesa. Un hermano juega en la liga noruega y un primo milita en las filas del Southampton. Pero él no lo ha practicado nunca. La camiseta que lució por León irá a parar a su suegro, gran aficionado al fútbol.
O’Leary anima a los aficionados a apoyar al Feve: “Me gustaría que la gente apoyase al otro equipo profesional de la ciudad. Por desgracia, el equipo de fútbol no se ha metido en los play off, pero nosotros estamos ahí y necesitamos el apoyo de los aficionados para llenar Pumarín e intentar hacer un buen papel en nuestra competición”.
Ian está encantado en Oviedo. En el club carbayón sabe que siempre cumplen y el ambiente de la ciudad le encanta. Y a su mujer. Por eso es “una opción de futuro”, aunque está en la agenda de varios equipos de LEB Oro. Sus números le avalan: el mejor valorado de la categoría, donde es el máximo reboteador y quinto anotador. Ha sido MVP en cinco ocasiones. Un lujo.
Está contento también con su equipo, que estuvo “muy bien para ser el primer año en la categoría”. Reconoce que “hubo momentos buenos y momentos malos”, pero ahora que llega el play off, “estamos en una buena situación” y no descarta ninguna opción, pues “tenemos las mismas posibilidades que cualquiera”. Es consciente de que dependen sólo de su trabajo: “A nuestro mejor nivel competimos con cualquiera aunque sea mejor, pero si no lo hacemos podemos perder con cualquiera aunque sea peor. Dependemos de nuestro esfuerzo y nuestro trabajo, somos dueños de nuestro destino”.
El Feve jugó el año pasado una fase de ascenso y Pumarín vivió un ambiente extraordinario. Ian ya tiene referencia de ello: “Me comentaron el ambiente y vi algunas imágenes, con más de mil personas en el pabellón, con mucho ambiente”. Espera que el 4 de mayo se repita y “que la ciudad apoye”. “Me gustaría que hubiese algo similar a lo que viví en León el domingo”, concluye O’Leary: “Uff, it was really crazy” (fue una auténtica locura).
TEXTO: PEDRO PASCUAL
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